La importancia de asesorarse con un profesional

Cada vez hay más productos disponibles en el mercado de la dermocosmética. Ante tanta oferta, es común marearse o dejarse llevar por factores como precio, diseño, accesibilidad o mensajes publicitarios. Sin embargo, ¿sabes si la crema que estás comprando es la adecuada para tu tipo de piel? Un producto erróneo, además de no ayudar a resolver tus problemas, puede empeorarlos. Por eso, en esta nota te contaremos acerca de la importancia de realizar una compra consciente mediante el asesoramiento de un profesional de la  dermocosmética.

¿Qué es un profesional de la cosmetología?

Si buscamos los orígenes de la palabra «cosmetología», los encontraremos en Grecia y significa «ciencia que estudia la belleza». Se compone de kosmos (limpio, ordenado, universo, mundo) y logos (estudio). Si bien se encontraron registros que indican que se ejerce como ciencia desde la Edad Antigua, antes de eso ya existían métodos caseros de estas prácticas.

Hoy el campo de acción del cosmetólogo se ha ampliado y profesionalizado. Son especialistas en tratamientos cosméticos de la piel y prácticas auxiliares de la dermatología. Para poder ejercer de forma profesional, requieren de estudios, formación, horas de práctica y un título habilitante. 

No basta con consultar con cualquier persona que trabaje en el rubro de la estética aplicando cremas y realizando tratamientos. Es importante acudir con un cosmetólogo o cosmiatra, ya que son expertos de la salud que pueden ayudarnos a proteger la piel, mejorar su aspecto y prevenir afecciones. Al tratarse de una disciplina muy ligada a la dermatología, estos profesionales cuentan con conocimientos de anatomía, fisiología y dermatología para sugerir la derivación correspondiente, en caso de que se presente algún problema que requiera de intervención médica.

¿Qué tratamientos realiza un profesional de la cosmetología?

El cosmetólogo sabe diagnosticar cada tipo de piel, evaluando la composición, pigmentación y alergias, así como también la edad y alimentación del paciente. En base a eso, decidirá cuál es el tratamiento más adecuado. Puede ayudar a mejorar tanto el cutis como uñas, cabello y cuerpo. 

Los riesgos de no consultar con un especialista 

Hay muchos productos en el mercado de la dermocosmética pero no todos ellos son los adecuados para ti. Aplicar una crema errónea puede obstruir el folículo pilosebáceo, causando una dermis ocluida o asfixiada. Según la tipología de tu piel y el momento de la vida que estés atravesando, las necesidades son diferentes.

Además, mucha gente se realiza tratamientos caseros, utilizando productos naturales y siguiendo las indicaciones de amigos, familiares, conocidos o que encuentra en internet. Sin embargo, el hecho de que sean naturales no implica que sean totalmente seguros. Al igual que los productos industriales pueden generar efectos secundarios no deseados.

Conclusiones

Como dice el dicho, en materia de dermocosmética menos es más. Es mejor tener pocos productos pero indicados para tu tipo de piel que un montón que no solo no te ayudarán sino que pueden causar problemas como irritación, picazón o reacciones alérgicas, entre otros. Por eso, te invitamos a asesorarte con los cosmetólogos de nuestra cartilla profesional, que te indicarán cómo realizar una compra consciente.