Las personas con piel grasa suelen sentirse incómodas al respecto. Su cutis se ve brillante y puede parecer sucio. Si creés que es tu caso, lee esta nota.
Es importante que te informes y consultes con un especialista en dermocosmética para hacer junt@s un diagnóstico y seguimiento del tratamiento.
¿Qué es la piel grasa?
La piel grasa es aquella en la que las glándulas sebáceas generan una secreción excesiva. El sebo suele manifestarse como zonas brillantes, especialmente en áreas como la frente y la nariz. También puede darse en el cuero cabelludo, haciendo que luzca grasoso.
Además, este tipo de rostros estarán más expuestos a tener:
- Poros dilatados.
- Piel húmeda que parece sucia.
- Acné.
- Puntos negros o espinillas.
- Puede aparecer el mal olor axilar.
¡Pero no todo es malo! También presenta algunas ventajas. Este tipo de pieles son las más resistentes a las arrugas y al paso del tiempo.
Cuidados básicos para la piel grasa
Un especialista en dermocosmética deberá evaluar cuáles son las causas y el grado de secreción sebácea en la piel y en base a eso diagramará cuál es el tratamiento más indicado. Sin embargo, en líneas generales, una rutina habitual se compondrá de estos tres pasos:
Higiene diaria
Higienizar la piel es fundamental en cualquier biotipo cutáneo, pero se vuelve imprescindible en estos casos. Se recomienda utilizar una leche de limpieza que actúe en profundidad, eliminando impurezas y controlando el sebo.
Hay que repetir el procedimiento dos veces al día. La primera al levantarse ya que, mientras dormimos, se acumulan bacterias, desechos y partículas de sudor que tapan los poros. La segunda vez debe ser antes de acostarnos, para barrer con la polución del exterior que fue ensuciando el rostro a lo largo de la jornada.
Corrección
Utilizá un producto específico que reestructure tu tipo de piel, como Rejuvie Emulsión. Así, podrás equilibrar el sebo, combatir comedones, acné y puntos negros. Además, mejorarás la elasticidad, dejándola suave y tersa.
Protección
Por último, es necesario usar protector solar. Lejos del mito de que el sol seca la grasa de la piel, este conduce a una mayor producción de sudor y crea el ambiente perfecto para la propagación de las bacterias asociadas con el acné. Lo que sí, deberás elegir algún producto que sea de textura liviana.
Muchas personas con pieles grasas evitan usar maquillaje, para no sobrecargar la piel y dejarla así respirar. Si es tu caso, una solución práctica es usar protector solar con color que, además de cuidarte, unificará el tono, sirviendo como base.
De todos modos, para hacer un correcto diagnóstico de qué tipo de piel tenés y cuál es el tratamiento indicado para la misma, te recomendamos que visites a un profesional en dermocosmética. Consultá con los especialistas de nuestra cartilla y obtené un 20% en los productos que te indiquen.